El Ayuntamiento de Isla Cristina ha mostrado su satisfacción por el desarrollo del plan destinado a la reinserción social de los hombres y mujeres toxicómanos que malvivían en el asentamiento chabolista del Pinar.
Este plan dio comienzo, hace un mes, con el traslado de estas personas a un albergue en el que tienen atendidas sus necesidades más básicas. Precisamente, los módulos que habitan les han permitido protegerse –como cualquier ciudadano en su residencia habitual- del temporal de viento, lluvia y frío que ha sacudido a la provincia onubense en los últimos días.
Según recordó el teniente de alcalde y delegado de Familia, Adicciones y Empleo Social del Ayuntamiento isleño, José Manuel Raya, “este colectivo se ha visto obligado durante los últimos años a soportar las inclemencias meteorológicas en chabolas de plásticos y cartones.”
Sin embargo, desde hace un mes habita en módulos, lo que ha supuesto un paso adelante en el camino hacia la reinserción. “Ahora cuidan aspectos como la higiene y la limpieza, que antes lo tenían abandonado”, explica Raya.
Al mismo tiempo, destaca que, en algunos casos, “cuidan los módulos en que viven como si se tratase de un hogar cualquiera, colocando objetos personales suyos incluso para embellecer zonas como el dormitorio.”
Este albergue, en cualquier caso, tiene carácter provisional en tanto se logra que estas personas abandonen el mundo de la droga y se logre, además, su reinserción social. Desde que se produjo este traslado, un equipo de técnicos en la materia y miembros de la Asamblea Local de Cruz Roja realizan un seguimiento de estos hombres y mujeres.
Días después del citado traslado, la Corporación municipal de Isla Cristina aprobó por unanimidad la propuesta del equipo de Gobierno socialista de instar a las consejerías de Salud e Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía a la adopción de medidas encaminadas a la definitiva reinserción de estas personas.
En el pleno ordinario celebrado entonces, la oposición municipal también valoró de forma satisfactoria el desmantelamiento del asentamiento que existía, que fue levantado hace años por jóvenes toxicómanos.
La alcaldesa isleña, María Luisa Faneca, en aquel momento, agradeció la colaboración prestada por parte de instituciones como la Empresa de Gestión Ambiental (Egmasa), Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil o Cruz Roja para que dicho desmantelamiento se llevase a cabo con total normalidad.
A este respecto, destacó que todos los hombres y mujeres que se encontraban en el citado poblado firmaron y dieron su consentimiento para que fueran desmanteladas sus chabolas. “Nuestro trabajo ha consistido en tratar de concienciarlos para sacarlos de la exclusión en que se encuentran”, explicó la alcaldesa.
Este plan dio comienzo, hace un mes, con el traslado de estas personas a un albergue en el que tienen atendidas sus necesidades más básicas. Precisamente, los módulos que habitan les han permitido protegerse –como cualquier ciudadano en su residencia habitual- del temporal de viento, lluvia y frío que ha sacudido a la provincia onubense en los últimos días.
Según recordó el teniente de alcalde y delegado de Familia, Adicciones y Empleo Social del Ayuntamiento isleño, José Manuel Raya, “este colectivo se ha visto obligado durante los últimos años a soportar las inclemencias meteorológicas en chabolas de plásticos y cartones.”
Sin embargo, desde hace un mes habita en módulos, lo que ha supuesto un paso adelante en el camino hacia la reinserción. “Ahora cuidan aspectos como la higiene y la limpieza, que antes lo tenían abandonado”, explica Raya.
Al mismo tiempo, destaca que, en algunos casos, “cuidan los módulos en que viven como si se tratase de un hogar cualquiera, colocando objetos personales suyos incluso para embellecer zonas como el dormitorio.”
Este albergue, en cualquier caso, tiene carácter provisional en tanto se logra que estas personas abandonen el mundo de la droga y se logre, además, su reinserción social. Desde que se produjo este traslado, un equipo de técnicos en la materia y miembros de la Asamblea Local de Cruz Roja realizan un seguimiento de estos hombres y mujeres.
Días después del citado traslado, la Corporación municipal de Isla Cristina aprobó por unanimidad la propuesta del equipo de Gobierno socialista de instar a las consejerías de Salud e Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía a la adopción de medidas encaminadas a la definitiva reinserción de estas personas.
En el pleno ordinario celebrado entonces, la oposición municipal también valoró de forma satisfactoria el desmantelamiento del asentamiento que existía, que fue levantado hace años por jóvenes toxicómanos.
La alcaldesa isleña, María Luisa Faneca, en aquel momento, agradeció la colaboración prestada por parte de instituciones como la Empresa de Gestión Ambiental (Egmasa), Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil o Cruz Roja para que dicho desmantelamiento se llevase a cabo con total normalidad.
A este respecto, destacó que todos los hombres y mujeres que se encontraban en el citado poblado firmaron y dieron su consentimiento para que fueran desmanteladas sus chabolas. “Nuestro trabajo ha consistido en tratar de concienciarlos para sacarlos de la exclusión en que se encuentran”, explicó la alcaldesa.