La alcaldesa
de Isla Cristina, María Luisa Faneca señala que “han sido unas fiestas
disfrutadas y participadas por numerosas personas, isleños y visitantes, que se
han desarrollado con total normalidad.”
Un año más, y como es tradicional, la procesión
de Nuestra Señora del Mar ponía punto y final a las fiestas de la barriada
isleña de Punta del Caimán. Unas fiestas que han venido celebrándose desde el
pasado 22 de agosto cargadas de emotivos momentos y que se han convertido en
una de las citas obligadas del calendario festivo isleño.
La
alcaldesa isleña señalaba este día como
“uno de los más esperados y bellos, por la devoción que se le tiene a esta
Virgen, de unas fiestas que han disfrutado cientos de personas que han
participado en todas y cada una de las actividades, religiosas, lúdicas,
festivas y deportivas” subrayando que “las Fiestas de la Virgen del Mar son un
referente ya en la provincia de Huelva por lo que debemos sentirnos todos muy
orgullosos.” Igualmente destacó que “la fiestas se han
desarrollado con total normalidad.”
Así,
acompañada por cientos de fieles y devotos la Santísima Virgen la salía puntual
de su Parroquia portada por una cuadrilla de mujeres ‘mandadas’ por María
Casado, Hermana Mayor de la Hermandad y a su vez presidenta de la Asociación de
Vecinos “El Caimán” para dirigirse al Monumento al Marinero, lugar en el que como
cada año se rindió homenaje a los hombres que perdieron su vida en la mar. Posteriormente
la comitiva siguió su camino hacia la Lonja Pesquera, no sin antes hacer su
tradicional visita a la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, lugar en el
que cada año le cantan unas emotivas sevillanas.
Ya
en el Puerto Pesquero la imagen embarcaba en “El Martiño”, produciéndose así
uno de los momentos más esperados de este recorrido procesional, para recorrer y bendecir las aguas isleñas. Una
vez realizada esta travesía, la Virgen desembarcó en la Playa del Cantil y continuó
su procesionar por las calles de su barriada hasta bien entrada la madrugada.
La
Virgen se recogía pasadas las cinco de la mañana dando comienzo a la
tradicional puja de la vara que en esta ocasión fue subastada por siete mil
euros y con la que se quedó la isleña y vecina de la barriada Rosa Ángeles
Yegua López.