lunes, 26 de agosto de 2013

FINALIZAN LAS FIESTAS EN HONOR A LA VIRGEN DEL MAR CON LA PROCESIÓN A LA QUE HAN ACUDIDO CIENTOS DE FIELES

La alcaldesa de Isla Cristina, María Luisa Faneca señala que “han sido unas fiestas disfrutadas y participadas por numerosas personas, isleños y visitantes, que se han desarrollado con total normalidad.”

Un año más, y como es tradicional, la procesión de Nuestra Señora del Mar ponía punto y final a las fiestas de la barriada isleña de Punta del Caimán. Unas fiestas que han venido celebrándose desde el pasado 22 de agosto cargadas de emotivos momentos y que se han convertido en una de las citas obligadas del calendario festivo isleño.
  
La alcaldesa isleña señalaba este día  como “uno de los más esperados y bellos, por la devoción que se le tiene a esta Virgen, de unas fiestas que han disfrutado cientos de personas que han participado en todas y cada una de las actividades, religiosas, lúdicas, festivas y deportivas” subrayando que “las Fiestas de la Virgen del Mar son un referente ya en la provincia de Huelva por lo que debemos sentirnos todos muy orgullosos.” Igualmente  destacó que “la fiestas se han desarrollado con total normalidad.”

Así, acompañada por cientos de fieles y devotos la Santísima Virgen la salía puntual de su Parroquia portada por una cuadrilla de mujeres ‘mandadas’ por María Casado, Hermana Mayor de la Hermandad y a su vez presidenta de la Asociación de Vecinos “El Caimán” para dirigirse al Monumento al Marinero, lugar en el que como cada año se rindió homenaje a los hombres que perdieron su vida en la mar. Posteriormente la comitiva siguió su camino hacia la Lonja Pesquera, no sin antes hacer su tradicional visita a la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, lugar en el que cada año le cantan unas emotivas sevillanas.





Ya en el Puerto Pesquero la imagen embarcaba en “El Martiño”, produciéndose así uno de los momentos más esperados de este recorrido procesional, para  recorrer y bendecir las aguas isleñas. Una vez realizada esta travesía, la Virgen desembarcó en la Playa del Cantil y continuó su procesionar por las calles de su barriada hasta bien entrada la madrugada.



La Virgen se recogía pasadas las cinco de la mañana dando comienzo a la tradicional puja de la vara que en esta ocasión fue subastada por siete mil euros y con la que se quedó la isleña y vecina de la barriada Rosa Ángeles Yegua López.